Aprender a usar los prismáticos y telescopios es una de las tareas más habituales en estos campamentos, así como habituarse a manejarlos cotidianamente. Así, los participantes pudieron ver en años anteriores especies en el monte como rebecos, corzos, águilas culebreras, ratoneros, zorros y hasta en alguna ocasión un oso!.
Un joven macho de corzo cruza por entre helechos y gamones en un claro del bosque...
Jose ayuda a un niño a dibujar sobre un cristal y una lámina de plástico una huella de oso pardo en uno de los senderos de los recorridos de montaña de estos campamentos medioambientales. Aprender a distinguir y medir las huellas de la fauna es una de las actividades en nuestras salidas de campo. Muchos animales no se pueden ver al ir en grupo o por el inevitable ruido de un grupo de chavales, pero podemos saber si están presentes en el entorno por sus huellas, excrementos, pelos o sonidos, por ejemplo.
Garras de oso en tronco, en una de las rutas de los campamentos. Solemos también encontrar pelos entre las grietas de la corteza que delatan la presencia del oso en la zona y se usan para estudiar el ADN de cada individuo.
Midiendo y estudiando una huella y rastos del lobo.