A pesar del frío nocturno, aunque sea verano, la actividad es muy demandada por los participantes en nuestros campamentos y supone un momento especial para hablarles de las costumbres del lobo y la emoción de escuchar los sonidos de la noche. En algunas de las ocasiones tuvimos la suerte de escuchar los aullidos de los cánidos salvajes.
La luna, fotografiada a través del telescopio en nuestra salida, lo que se conoce como "digiscoping".